jueves, 4 de diciembre de 2008

LA CASA DEL OBISPO

La vida te da sorpresas. Y tanto!!! Ahora resulta que sale a la luz que el señor obispo de Ibiza, valenciano de pro - como mucha gente que hay en la isla - se esta apañando una casita en la playa de Tavernes de Valldigna, su pueblo natal. Viendo las fotos, las reformas parecen más que evidentes. Y segun la información publicada tanto en el Levante - EMV como en el Diario de Ibiza, contraviene la reserva de suelo, la ley de costas y algunas que otras cosillas más. Ay señor, pecadillos sin importancia.
Segun un portavoz del obispado las obras solo son para reparar una humedades. Caramba que humedades más grandes. Dios mio, como es el clero. Que morro le echan. Chico, como han mandado toda la vida y toda la vida han aprovechado su posición de privilegio, pues eso han hecho de su sotana/capa un sayo y "p'alante" que con la iglesia hemos topado.
Si hay algo que arreglar, pues discretamente se arregla. Que no se puede, pues se proclama la persecución que sufre la iglesia de este país y la plaga de "cristofobia" que recorre la geografía española. Pero si van de este palo, ¡¡¡como no quieren que salgan "cristófobos" por todas partes!!!
Conozco personalmente al señor obispo, aunque no he cruzado más que un leve "buenos días" con el. Coincidimos en un par de vuelos entre Ibiza y Valencia. No se como se las apañaba, pero siempre iba sentado en las mejores butacas del avioncete. Casualidad. La apariencia del señor obispo distaba bastante de ser como la de Rouco o la de nuestro don Agustín, que parecen sacados de alguna pintura tenebrista del barroco más contrarreformista. Me daba la sensación que el obispete eivissenc tenía otro talante. Pero vaya usted a saber que las pintas engañan mucho...
En cualquier caso, padre, hacer este tipo de cosas no favorece mucho los intereses suyos y de sus compañeros de profesión. Ahora que, es de sobra conocido como se las gastan los de las sotanas y los alzacuellos.
Seguro que si nos portamos mal, nos llamaran cristofobos. Todo antes de hacerselo mirar. Ay señor, señor.

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