jueves, 24 de abril de 2008

LA "FURGO"

En algunos de los posts anteriores he comentado que era absolutamente imprescindible un coche para entrar y salir de nustros queridos Pimar. Cada uno se agenció un medio de transporte, generalmente llevamos nuestros propios vehículos. Tambien disponíamos de los dos coches de la empresa. Un pequeño Ford Fiesta -que fundamentalmente conducía Pablo en el tiempo que estuvo en la isla - y un Ford Tourneo para los desplazamientos del equipo de grabación. Lo más destacable, lo que seguro nos acordamos todos durante mucho tiempo será la cantidad de mierda que se llegó a acumular en los coches. Fundamentalmente en la llamada "furgo" del equipo de grabación. Con este coche ocurrían cosas inconcebibles en cualquier otro vehículo de una empresa audiovisual. Por ejemplo, no se descargaba jamás el equipo de grabación. Cámaras, maleta de focos, micros .... todo quedaba en el maletero. Estuviera en el aparcamiento de los apartamentos minipimer por la noche o en el "yonqui park" (solar en Vila controlado por drogatas y que servía para aparcar de mala manera cerca del puerto). Se hizo costumbre el hecho de que, se llegara a la hora que se llegara de una grabación, no se vaciaba el maletero. Quizás las cámaras se subiana a la oficina. Nada más. Había urgencia por "esparramarse en la piscina".
Además la mierda más variada se acumulaba en el habitáculo interior de la furgo. Botellas vacías de agua, enormes cantidades de colillas en el cenicero, papeles y otras lindezas por el suelo. Cualquier cosa.
Durante bastante tiempo (meses???) dieron tumbos por dentro del coche un bañador de tio, unas aletas para bucear y unas sombrillas de playa. Cosas todas necesarias para las grabaciones, por supuesto.
Cuando ya no le cabía más mierda y se dijo que había pulgas dentro del coche,se tomó la decisión de lavarlo. Tuvimos que llevarlo al lavadero aquellos que no hacíamos uso habitual del vehiculo.
No se si sabreis que lavar por dentro un vehículo en Ibiza no es cosa fácil. Hay pocos lavaderos y tienen mucho trabajo acondicionando los coches de alquiler. Nos dieron fecha y hora varios días después. Increible. Por fin estaba limpia la furgo.
El pequeño Fiesta se lavaba con más frecuencia, pero tambien había momentos en que por dentro parecía un campo donde se podría haber sembrado cualquier cosa.
Hoy por hoy, para trabajar con esos coches, deberían habernos puesto la vacuna contra la garrapata centroeuropea, como a los futbolistas.
Alguno se hubiera merecido una dosis doble.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que el bañata todavía está por ahí dentro, seguramente junto con algunos discos con música de los entrevistados y la famosa cinta perdida de Leo de Manumission. Y sí, la furgo llegó un momento que tenía más mierda que la casa del italiano aquel de las pizzas de la que Verónica y yo nos tuvimos que salir de los ácaros y polvo que había. Y lavar la furgo nos costó concertar una cita (ni que fuera para ir al traumatólogo) en el lavadero, llevarla otro día y recogerla al día siguiente. Argh! Qué pesadilla. El forfi estaba en un estado algo mejor, ya que supongo que la persona que lo utilizaba habitualmente se encaragaba de su mantenimiento.