viernes, 25 de abril de 2008

AL VOLANTE

Conducir en la isla, como casi todo, resultaba curioso, a veces hasta inquietante. De entrada, en abril cuando llegamos había muy poco tráfico. Se circulaba despacio, con tranquilidad. Era como si el ambiente general isleño, esa especial calma chicha que se traslucía en todos los actos de los ibicencos, se manifestara también a la hora de conducir. Podías ir tranquilamente a 70 - 80 km/h sin que nadie te achuchara, ni tu achuchar a otros. Ventanilla bajada, codo apoyado y tranquilidad, mucha tranquilidad. De verdad que resultaba agradable. La gente de la isla no conduce demasiado rápido y los guiris, la mayoria jubiletas con coches bastante estupendos, tampoco apretaban mucho al pedal. Las carreteras, no demasiado saturadas en esa epoca, tampoco incitaban a correr.
Pero como todo en Ibiza, tal y como se iba acercando el verano las cosas iban cambiando. Llegaban turistas, nacionales y extranjeros. El volumen de tráfico se incrementó y la velocidad también. Y ya se sabe, circular con aumento de las prisas, aumento de consumo de alcohol y sustancias estimulantes (llamemosles así!!!), se convirtió en algo más peligroso. La gente empezó a correr, siempre había alguien dispuesto a adelantarte en los lugares más insospechados. De noche, debías conducir con mucho ojo pues de cualquier camino adyacente a la carretera por la que circulabas te salía un coche. Más de una vez tuve que apartarme para dejar pasar a alguien que venía adelantando de cara a mí a toda velocidad. Más de una vez tuve que frenar para que tomara velocidad un vehículo que se incorporaba a la carretera por la que yo circulaba.
Coño y los taxistas!!!!!! Un auténtico peligro. Circulan a toda velocidad, sea por la famosa autovía o por cualquier carretera o carretereta de la isla. Como en verano hay escasez de servicio, los desplazamientos los realizan lo más rápido posible para coger otro nuevo servicio. Ya se sabe, hay que hacer en tres meses el trabajo de todo el año, que depués no hay faena y se cierra el coche en el garaje pues no es rentable (y las licencias son temporales).
Bueno, os contaré. Si algun día circulais por la carretereta que va desde Sant Antoni hacia Santa Gertrudis, id con cuidado. Os podreis cruzar con un AX blanco matrícula de Madrid a toda velocidad que os puede sacar de la carretera. Es Miguelito "el Sónico" dirigiéndose hacia su pluriempleo estival en el restaurante.
La verdad es que si exceptuamos la autovía, cualquier carretera es muy agradable para circular despacio, contemplando el paisaje de la Ibiza rural montañosa. Sobre todo las pequeñas vías que encuentras por el interior norte de la isla. Allí, incluso en verano, puedes hacer varios kilómetros sin cruzarte con nadie. Al atardecer, bajas la ventanilla y respiras. Aún huele como olían antes las sierras interiores de la Comunitat Valenciana, a pino, a tierra, a humedad. Esta sensación la descubrí una tarde a principios de junio circulando hacia Sant Llorenç de Balafi. Y valió bastante la pena.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuidadín amigo conductor si vas a Ibiza con tu utilitario, ya que por esas carreteras donde a partir del mes de septiembre la Guardia Civil se aposta a traición en las rotondas para sorprender al lugareño o currito gallego que se acaba de tomar un carajillo o unas hierbas después de comer... En esas mismas carreteras se permite en el mes de agosto que persoanjes procedentes de lugares del mundo donde se conduce por otro lado o donde directamente lo único que han aprendo a conducir es un quitanieves, circulen a velocidades impensables cargaditos de alcohol y sustancias menos recomendables a cualquier hora del día o de la noche. Acojonao he ido de los apartamentos a San José un domingo por la mañana a desayunar pensando que detrás de esa curva (sin señalizar claro, porque a quién cño le importa que la mitad de curvas de Ibiza no tengan ningún tipo de advertencia) aparezca un italiano de pastis hasta las cejas dispuesto a llevarse por delante lo que quedó de la nariz de Luis Enrique. Y los taxis, como bien dices, javier, un puto peligro. Mika Hakkinen de copiloto de uno destos taraos, dejaría de competir al no poder llegar a su nivel. Y no hablo de esas gasolineras petadas a las que hay que ir a repostar a las 7.00 para no hacer un a cola de media hora. ¿Nadie va a hablar de las rotondas peraltadas al revés? Estela Matutes dixit: "Por la política hemos perdido mucho dinero"