martes, 15 de abril de 2008

PRIMERA SEMANA

Un año y una semana después. Recuerdo la primera semana en Ibiza. Llego un miércoles y me voy el viernes. Una primera toma de contacto y ya se intuyen problemas.
En cuanto al trabajo, muchas expectativas. El programa sin definir. El equipo aun no había llegado. Nadie tenía claro lo que debíamos hacer ni como lo teníamos que hacer. En una reunión entre algún miembro del equipo (Jesus y un servidor) dibujamos unas primeras lineas de lo que íbamos a hacer, de lo que iba a ser "IBZ Sona". Nos habían dicho que tomáramos como referencia "Illencs", un programa bastante bien currado, con una factura interesante pero con el triple de personal.
¿Y la intendencia? Un caos. No teníamos una oficina montada. No teníamos ordenadores ni equipos. No teniamos conexión a internet. Bueno, en realidad de "esto" nos costó un huevo tener una conexión decente. No teníamos teléfonos, ni fijos ni moviles. La leche. Los primeros mails los teniamos que enviar desde el wifi del aeropuerto ( a solo 17 km de donde viviamos!!!!!). Los "pimar" pues eso, después del susto inicial, agrediendo nuestra integridad psíquica. Y en estas circustancias, a parir un programa. Joeeeerrrrrr.
Empezamos a descubrir algunas cosas. Absolutamente imprescindible tener un coche propio que te de independencia. Los Pimar estan en medio de la nada, perdón del campo y para llegar a cualquier sitio hace falta un vehiculo. Esa semana ya disponemos del Ford Fiesta de la empresa que nos acompañaría durante toda nuestra estancia. Pablo al volante. Nos pasabamos el día transitando en comandita (Jesus, Pablo y yo) por la carretera que unía el superchaletazo casa de Jesus (Cala Tarida) y los Pimar (Port d'Es Torrent). Jesus, que tenía en Ibiza casa y conocía mejor que nosotros la isla, nos enseño algunos de los primeros sitios que conocimos. Nos daba para descubrir Es Galliner, San Agustín, el Zafi, el Rudy's para los cafes, el Minimal, los primeros despistes por las carreteras de la isla, y algunas que otras cosas que despues se revelarian como fundamentales. Por ejemplo moverse por la zona donde viviamos, la manera de entrar y salir de los apartamentos (por el camino hacia arriba y salir a la carretera dirección Sant Josep, o por el camino hacia abajo que nos llevaba a l'avinguda de Sant Agusti, el patio o corredor trasero que comunica toda la zona de Port d'Es Torrent i Cala de Bou hasta la entrada de Sant Antoni). O localizar un supermercado (el Suma y el Eroski de Ses Paisses). Dónde comprar prensa por la mañana (si, aunque parezca mentira la prensa fuera de la temporada estival llegaba al kiosco del supermercado a las 10 de la mañana como muy pronto). Y pequeños detalles como la gasolinera de la zona y el cajero para sacar pasta a la entrada del west end en San Antonio.
Ahhh y empezamos a hacer tramites para el empadronamiento. Vaya con el funcionario del ayuntamiento de Sant Josep, tan meticuloso, tan limpito, tan ordenadito, tan .... tan .... tan.... janderklander.
Esa semana llovió y hizo frio. A la semana siguiente tampoco salió el sol. La isla se ponía brava.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que todos hemos pasado más o menos por lo mismo durante nuestra primera semana en la isla. Aprender cómo coño salir de los Pimar, donde comprar el periódico, el pan o tomar el desayuno. Dónde está el súper, etc... Posteriormente, los acontencimientos nos demostrarían que cualquier idea preconcebida que tuviéramos sobre nuestra vida en Ibiza se iba a quedar corta. la realidad telúrica de la isla superó todas nuestras expectativas. Cómo olvidar los gritos de la pareja de follaorets de la piscina el primer día, que nos obligó a cerrar las puertas de la terraza de la habitación por miedo a que estuviéramos al lado de un psiquiátrico. La primera visita a la oficina (pronto te proporcionaré fotos para un post llamado "The office") o la primera salida a grabar (que me coincidió con una invitación a comer en Ses Salines, dondé pensé erroneámente "Coño, esto es Jauja") o las primeras copas en Sant Antoni.